Fue una llamada que rompió el silencio del alba del cinco de abril. El teléfono de la casa de Eduardo Sacheri (Buenos Aires, 1967) sonó minutos después de las seis de la mañana. “Atendió mi mujer que se sorprendió mucho de que llamara una bella voz de mujer con acento español preguntando por mí”. El escritor atendía mientras su esposa lo miraba en silencio con un gesto que exigía explicaciones. Tuvo que pedir a Carme Riera, presidenta del jurado del XIX Premio Alfaguara de novela, que llamara después. “Se quedó cortadísima. Debió haber pensado: ‘este estúpido ganó y me pide que lo llame luego’”. Nota aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario