Divididos suena bien en cualquier lugar, pero la gira de teatros que están realizando ofrece la posibilidad de verlos cómodamente sentados, en un recinto con las mejores condiciones de sonido, y evidentemente esa era una oferta atractiva para un público de varias generaciones, que llenó el Gran Rex durante dos funciones.
El comienzo fue sorpresivo: Mollo ingresa por uno de los pasillos del teatro, sube al escenario y empieza a cantar "15 - 5" a telón cerrado, que en el medio del tema se abre para revelar un cuarteto de cuerdas, encabezado por Javier Casalla. Para "Vengo del placard de otro" se sumó Arnedo, y en "Vientito del Tucumán" entró Ciavarella tocando el bombo por el otro pasillo.Luego hubo una primera parte eléctrica donde el trío revisitó algunos temas que no suele hacer en vivo, como "El fantasio" o "Un alegre en este infierno", junto a clásicos como "Sábado" y "Salir a comprar". Leer nota aqui
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