Por Diego Tatian ( Fuente pagina12)
Lo que hay en juego en la lucha docente es mucho más que una defensa del salario, las condiciones de trabajo y los derechos laborales. El régimen de acumulación del actual capitalismo financiero al que solemos dar el nombre de neoliberalismo embiste contra la docencia como práctica social, sobre todo, porque hay en ella algo irreductible a ese régimen.
La destrucción de la educación pública requiere en primer lugar una operación de agravio sistemático hacia el trabajo docente: el recurso a las neurociencias como sustitución de la sabiduría pedagógica atesorada en las aulas, la incentivación de autodidaxias individualistas que solo requieren de recursos tecnológicos al alcance de cualquiera, la represión policial de maestros, buscan imponer la idea de que los docentes son superfluos y, a largo plazo, el proyecto de un mundo sin docentes. Leer nota aqui
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