«Maldita ciudad, no es tu mejor momento y aún estás hermosa. He de confesarte que te eché de menos. Agarro la guitarra y canto para ti. Qué bueno estar en casa. Vuelvo a Madrid». Ismael Serrano acaba de cumplir nada menos que 20 años de carrera. Pero desde aquel lejano 1997, cuando vio la luz su primer disco, Atrapados en azul, no tantas cosas cambiaron. Serrano sigue buscando inspiración, como siempre dice, en «la belleza del escombro» y, sobre todo, en aquello que le emociona. Por ejemplo, Madrid, que sigue deslizándose en cada uno de sus versos. Esa «maldita ciudad» con carácter de pueblo sigue vestida de cosmopolita, con los defectos que esta palabra implica: atascos y más atascos, prisas, empujones, contaminación... Pero es su hogar. Y esa es la sensación que Serrano confiesa tener cada vez que regresa de algún viaje transoceánico: «Al volver a Madrid, siempre tengo la sensación de llegar a casa». Nota aquí.
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