Puede que haya crisis, despidos e intervención estatal a la americana, pero Roberto Benigni no pierde el entusiasmo que lo llevó a convertirse en uno de los mejores comediantes de la actualidad: “Estoy muy entusiasmado por la universalidad de la cultura italiana –dice por teléfono desde el hotel Michelangelo, en Nueva York–. Sea en lo moderno –de los botones a la arquitectura, del beso a las finanzas, de los pantalones a la escritura musical– o en lo antiguo, bello y poético. Anoche hice un lindo chiste con ese tema: no sé quién es más famoso, si Berlusconi o Dante”. Leer nota
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