La publicación del disco Live at the Meadowlands, recogiendo un concierto de Frank Sinatra de 1986, nos hace fijarnos en los años 80 de La Voz. Un periodo que parece eclipsado por las doradas décadas anteriores, pero en el que se mantenía en plena forma y que pasó arriba de los escenarios. Antes del multitudinario proyecto Duets en 1992, la última vez que Frank Sinatra había entrado en un estudio de grabación había sido en abril de 1984. Quincy Jones, el productor de moda y un viejo conocido del cantante de sus días de conciertos con Count Basie en el Hotel Sands, le convenció para grabar un último gran álbum. Jones usó toda su influencia para reunir a un brillante grupo de músicos de jazz, desde Lionel Hampton y Ray Brown a los hermanos Brecker, Steve Gadd o George Benson. Leer nota
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