miércoles, 15 de julio de 2009

Jaime Roos

“Les debía este disco a los históricos, me lo debía a mí”
Jaime Roos tose y pide un whisky. El porrón de Stella Artois vacío, sobre la mesa, no había aportado las calorías suficientes para aliviarle una gripe intensa. “No es la porcina, igual me está matando”, dice él, dolorido pero consciente. El efecto del Johnny Walker no tarda en llegar: por la mitad del vaso, el hombre del bigote beatle recupera el color y le da un giro exótico a la charla. Se ríe. Fuga 30 años hacia atrás y se para en medio del océano, en el barco con cargamento de melaza que lo llevó –¡a dedo!– del puerto de Maceió, en Brasil, al de Amsterdam, en una de las aventuras más delirantes de su vida. “Andábamos por Cabo Verde, creo, cuando vino un telegrafista escocés a las puteadas: ‘sos un suertudo hijo de puta... Leer nota

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