sábado, 25 de septiembre de 2010

Diana Krall o el arte de la sugerencia

Si su último disco, Quiet Nights, transcurre entre el susurro y el silencio, enmarcado en una envolvente orquesta arreglada por Claus Ogerman, ya el comienzo del excelente recital con el que Diana Krall retornó a Buenos Aires puso en claro que, por lo menos esta vez, en vivo sería otra cosa. “I Love Being Here with You”, con un arranque instrumental a todo trapo y Krall pasando del piano a una voz un poco más aguardentosa –y un poco más vital– que de costumbre, fue, en ese sentido, un principio y una declaración de principios: el canto como un instrumento más y un destacado desarrollo instrumental con solos de cada uno de los integrantes, incluyendo a la propia Krall como pianista. Leer nota

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