A veces las sociedades muestran rostros crueles y cínicos que nos hacen sospechar que el ser humano, en general, es acomodaticio y falso. Aunque nunca generalizaremos –por las muestras de coraje civil de tantos héroes del pueblo–, sin embargo nos hace sentirnos a veces inseguros y pesimistas. Por ejemplo, el cinismo de las autoridades chilenas con la huelga de hambre que sostienen los treinta y dos mapuches podría calificarse de despreciable, sin caer en el prejuicio ni en lo injusto. Nota completa
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