Nada mejor que un acto para comprobar que los
Rolling Stones son una gran familia. En honor al desaparecido pianista y miembro original de la banda,
Ian Stewart (muerto de un ataque al corazón en 1985), sus majestades satánicas regresaron a un estudio de grabación. Además de
Mick Jagger,
Keith Richards,
Ron Wood y
Charlie Watts, a este convite también se sumó el bajista
Bill Wyman, quien había abandonado el grupo allá por 1992, luego de crecer artísticamente juntos.
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