Así las cosas, el paisaje que se ve desde el piso 14 del Atlantic Hotel invita mucho más a un daikiri a la poca sombra de una palmera que a una charla sobre murciélagos y palomas descabezadas. Sin embargo, el señor que entra a la habitación, ahora encorvado, y con pasos cortitos, como apurados, es el mismísimo Ozzy Osbourne, que unas 12 horas antes contagió con su “locura” y sus cualidades de comediante a casi 15 mil personas que cubrieron parte del Bank Atlantic Center.
Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario