Ahí estaba él, sentadito con su pulóver de lana en medio del salón Libertador del Sheraton Hotel durante la noche de entrega de los premios Martín Fierro. Las estrellas televisivas desfilaban sobre la alfombra roja, en plena exhibición de los atuendos creados por los diseñadores de moda y en brindis festivo y ostensible. Él, ahí: sentado con su pulovercito hippie. Hasta que anunciaron el premio al mejor programa cómico y Diego Capusotto se levantó de la mesa junto a Pedro Saborido, subió al podio, levantó la estatuilla y propuso: “Que disfruten del sueño”. Acababa de recibir un reconocimiento más a su trabajo, el mismo que lo convierte, según las palabras de Horacio González, sociólogo y director de la Biblioteca Nacional, en el principal crítico cultural de nuestra época. No se había sacado el pulovercito. Leer nota
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