viernes, 28 de agosto de 2009

La relación de los managers del rock con las bandas despues de Cromañon


Puede que, en ciertos productos masivos, la figura del manager dé con la imagen del hombre que opera en las sombras. Que baja de un pedestal para leerle al músico –o algo así– el manual de instrucciones para triunfar en la picadora de carne, y llevarse los morlacos. Mambrú, Bandana, Ricky Martin o los Jonas Brothers sabrán contarlo mejor, pero el rock en sí –y el rock que se autoasume independiente– se mueve en otra dimensión. Es, en teoría, horizontal y participativo. Si el músico no es amigo del representante, al menos lo incluye como una parte esencial que da movimiento a la máquina. El músico siempre sabe lo que el manager hace. Leer nota

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