El título del último encuentro del XI Festival de Tango de Buenos Aires en el teatro Avenida (De Buenos Aires a Horacio Ferrer) llevaba a imaginar una serie de artistas interpretando sus letras y a él en una actitud pasiva, recibiendo el tributo desde las primeras filas del auditorio. ¿Pero quién que conozca a Ferrer puede imaginárselo cruzado de brazos cuando de su obra se trata? Era lógico que el gran compinche creativo de Astor Piazzolla quisiera participar, además de conveniente para los organizadores y provechoso para el público. Leer nota
Agradezco a la vida haber podido disfrutar de este espectáculo que tanto me ha emocionado. Sin lugar a dudas, Horacio Ferrer es un prócer. Su poética es tan singular y llega directamente al corazón.
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