lunes, 22 de septiembre de 2014
Y un día el Flaco se volvió estampilla
La idea partió de un programa de radio. Luis Alberto Spinetta, en su carácter de primus inter pares del rock argentino, tenía que tener –también– una estampilla. Tenía que circular, libre, azaroso y mágico –como fue él, siempre– entre gentes, cielos y mundos. La proclama inicial fue “Una estampilla para Luis”, y la cosa siguió su curso, infatigable, desde su minuto cero (julio del año pasado) hasta estos días. Hasta este lunes, para más precisión, cuando la estampilla se emita finalmente a través del Correo Argentino, que asumió la iniciativa y decidió que era hora de concretarla. El sello tomará definitiva forma pública con una presentación oficial que incluirá una suerte de fogón spinetteano previsto para el martes 7 de octubre, a las 19, en Caras y Caretas (Venezuela 330). Leer nota
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