Parece mentira que Andrés Calamaro venga regalando canciones hace, por lo menos, 35 años. En ese tiempo se ha convertido en uno de los grandes rockeros argentinos de todos los tiempos y el único con éxito y prestigio paralelos en España: pocos pueden alardear de una fama así de transatlántica porque, vamos, el rock de su país siempre ha sido de suceso comarcal.
Ya sea con Los Abuelos de la Nada, Los Rodríguez, o en su incansable carrera solista, este porteño nacido en 1961, ha firmado canciones como "Mil horas", "Sin gamulán", "Costumbres argentinas", "Mi enfermedad", "Dulce condena","Sin documentos", "La milonga del marinero y el capitán", "Flaca", "Media Verónica", "Crímenes perfectos", "Loco", "El salmón", "Estadio Azteca", "Mi Gin Tonic", "Cuando no estás", "Rock y juventud". Es un repaso parcial y espontáneo: cada uno puede hacer su playlist de favoritas de Calamaro y capaz que no ubica ninguna de esas. Leer aqui
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