Hay cosas que se heredan. Y las más valiosas no son materiales, sino espirituales: ideologías, hábitos, sensibilidades, actitudes. El baterista Daniel “Pipi” Piazzolla se parece a su abuelo Astor en algunos rasgos fisonómicos, pero también en la dedicación al trabajo, en el gusto por los riesgos, en el grado de exigencia para elegir a sus compañeros de ruta y hasta en esa furia que se adivina detrás del gesto cuando toca. Leer nota
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