lunes, 15 de noviembre de 2010
Mercedes Sosa : La luz del oprimido
El reciente lanzamiento de Deja la vida volar (Sony), un disco que recoge interpretaciones tomadas en directo durante la última gira de Mercedes Sosa, quizá no aporte otra cosa, tras audiciones sucesivas, que un sencillo valor documental. La confirmación de su muerte, en cuentas resumidas. Si la última producción que grabó, el díptico Cantora , fue un trabajo que la llevó a los primeros puestos de los ranking de venta, tal vez por su contundente filiación pop –no había sucedido lo mismo con su última entrega extraordinaria, Corazón libre , producido nada menos que para la Deutsche Grammophon–, este esquicio póstumo, que acaso revela puntos altísimos en los otoñales reencuentros con “Alfonsina y el mar” o “Gracias a la vida”, importa apenas los resabios de una épica: algo que la joven afición debería tener muy presente. Leer nota
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