“Las Madres se acuerdan de que cuando aquellas primeras marchas se ponían complicadas, se sentían seguras porque iban del brazo de Alfredo Bravo, Jorge Novak, Miguel Hesayne, Oscar Alende y de mi padre.” La imagen descripta por su hijo Pablo trae de los primeros años ochenta el recuerdo de Eduardo Pimentel, cofundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, a 25 años de su muerte. “Si estuviera vivo estaría contento con los juicios a los genocidas, pero también preocupado por que se aceleren, para que la muerte no le gane a la justicia, estaría fogoneando que se junten las causas de una sola vez por distrito”. Leer nota
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