Cuando Roger Waters, fundador de Pink Floyd, aterrizó en Israel para tocar ante 50.000 personas hace tres años, no sospechaba que su visión de la zona y del conflicto de Oriente Próximo iba a dar un vuelco. Pero el día antes del concierto, funcionarios de la ONU lo pasearon por Cisjordania con un objetivo: que el autor del legendario álbum El muro viera la mole de hormigón que divide Israel de los territorios palestinos. "Había visto fotos, había oído hablar mucho de él, pero sólo cuando lo ves te das cuenta de lo opresivo que es y de lo triste que es ver a la gente pasando por esos pequeños agujeros. Es una locura", dijo entonces el compositor. Leer nota
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