El pijama descansa en el placard. Y aunque aún está ahí, al alcance de la mano –como la campera de cuero que Calamaro dejó en el ropero–, en el escenario del Gran Rex aparecen múltiples vestuarios, pero ninguna ropa de cama: las prendas de pirata “del pasado”, el traje de cantor “del presente” y la indumentaria de jeque murguero “del futuro”, según fue definiendo Gustavo Cordera, ¿ex? cantante de Bersuit Vergarabat, durante los segmentos del estreno porteño de su debut solista, realizado el jueves junto a un cuarteto de cuerdas, un baterista, un operador de pistas, tres coristas y una tecladista que enamora. Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario