jueves, 19 de noviembre de 2009
Rock Nacional - Otro capitulo
El primer acto del final en actos señaló el derecho de admisión para todo los que quisieran estar en la fiesta, incluidos los meros curiosos: las fiestas hay que pagarlas. El derecho de admisión desorientó a gente considerada de lucidez intachable, como Luis Alberto Spinetta, a la vez que fascinaba a otros de lucidez igual de intachable, como Charly García. Símbolos ineludibles en una sociedad y un mundo en el que el capital simbólico pasaba a ser igual o más importante que el real: Alemania podía estar pagando cara la reunificación, pero nadie le quitaba a su parte occidental y capitalista el deleite de haber hecho caer el Muro casi sin mover un pelo (seguramente sin tirar un tiro). Leer nota
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