No obedecen al amo
los gatos
pero saben
que los dioses son ángeles
caídos.
No babean por huesos
los gatos
pero suelen
abrigarle el silencio
a las viudas
y estirarse en la alfombra
y bostezar
como si hubieran heredado
el sol
y dormir y dormir
arzobispales
y cazar una mosca
haciendo ochos.
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