No estoy tan seguro de mí mismo
Ya es sesentón. Pedro Almodóvar cumplió 60 anteayer, y su cine lo encuentra con sus mismas obsesiones, maduradas y -si cabe en el manchego- asentadas. Siempre fue locuaz, y en charla con Clarín, excitado aún por la proyección de Los abrazos rotos de la noche anterior en Cannes, se muestra visiblemente contento y... somnoliento. Ya explicará él que es la hora de la siesta.La historia de Los abrazos rotos es, como siempre, la de un amor. En el caso, la de un director de cine que quedó ciego y recuerda la que tuvo con la amante (Penélope Cruz) de un poderoso, viejo y celoso productor. Hay en el filme, que se estrena el jueves, citas y combinaciones, mejor que mezclas, de géneros. Leer nota
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