Textos y fotos inéditas, un poema de Silvio Rodríguez y la desmitificación de tipos que algunos elevaron a un altar. Violeta Parra por Violeta Parra, como siempre debió ser, claro que con la mirada atenta de Isabel y muchos regalos de gente que busca compartir el legado. Dice que Violeta siempre quiso que se convirtiera en su secretaria. Y aunque en la época en que coincidieron en vida Isabel ni siquiera tenía máquina de escribir, ya se sabe que la porfía de la hermana de Nicanor puede traspasar umbrales incluso espirituales. “Sí, de alguna forma lo logró, creo que Tita, Milena y yo, a veces nos olvidamos de nosotras para convertirnos en su secretaria”, dice Isabel entre risas. Leer nota
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