El poeta que desgarró en sus versos el hambre y la angustia de la cárcel y murió preso como víctima de la represión ve cómo se aproxima su centenario mientras su legado sale a subasta. El nombre de Miguel Hernández (Orihuela, 1910 - Alicante, 1942) es objeto desde el pasado mes de julio de un tira y afloja por el depósito de su obra y sus bienes. El Ayuntamiento de Elche, al que fueron cedidos en 1982 por su viuda, Josefina Manresa, quiere conservarlos y ha llegado a ofrecer hasta tres millones de euros por ellos. Pero los responsables municipales de Orihuela, localidad natal del escritor, también se muestran dispuestos a hacerles un hueco. Leer nota
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