"Si George Orwell levantara la cabeza se sentiría tremendamente sabio por haber escrito 1984 . Nunca como hasta ahora se había desarrollado tanto el sistema destinado a mantener a la gente bajo control; su idea es más relevante hoy de lo que él pudo imaginar". El discurso de Tim Robbins acerca de la videovigilancia, al hilo de su adaptación teatral del clásico de Orwell, suena relajado y asertivo. Tal vez porque son apenas las once de la mañana en Brooklyn (Nueva York) cuando atiende telefónicamente a este medio aún por despabilar. Leer nota
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