Hay muchas experiencias interesantes por las cuales uno puede pasar, pero pocas de ellas tienen que ver con hablar por teléfono; siempre y cuando quien esté del otro lado de la línea no sea Carlinhos Brown, una máquina de energía, un generador constante de situaciones sonoras, incluso a través de la línea telefónica. La charla es con motivo de su presentación el próximo jueves en el Gran Rex, donde intentará saldar lo que considera una deuda que tiene con el público argentino desde su único recital aquí, en el Personal Fest del año pasado, show que todavía lo hace lamentarse: “Fue increíble que en ese festival me dieran el segundo escenario, yo esperaba estar en el número uno. Leer nota
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