“Todos fuimos, todos somos, todos podemos ser.” Con el saco abierto de par en par, la remera negra con letras blancas anunciaba una intención: Luis Alberto Spinetta hacía pie, una vez más, sobre una injusticia del alma: la tragedia que dejó sin vida a 9 pibes del Colegio Ecos –más una profesora y dos choferes– en la ruta nacional 11, aquel 8 de octubre de 2006. El Flaco estaba allí, guitarra en mano, para anunciar una verdad a mil voces: el recital que unirá a sus bandas eternas, el 4 de diciembre en Vélez, pero no podía dejar pasar la oportunidad. “Tengo una pena: la Justicia no se hace cargo de una persona que no debió haber estado en un micro a la hora de una colisión y pasarse al otro carril para salvar su vida y mandar al cielo a un montón de pibes. Eso es lo triste”, dijo, a horas de que el chofer del micro que provocó aquella tragedia quedara absuelto. Leer nota
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