Marián Farías Gómez está despiadadamente resfriada. Cuenta que un miércoles, mientras grababa su nuevo disco –el primero en 23 años– en los Estudios ION, miró el control porque se había quedado sin sonido, y notó que no se trataba de un desperfecto técnico. “Lo intuí. Cuando terminé de grabar me lo dijo mi representante: ‘Acaban de llamar, Mercedes está muy mal. No hay regreso’. Me mató. El sábado no pude dormir, y me desperté en el mismo momento que ella moría”, desliza con memoria de corto plazo. Pasó todo el domingo en el velorio, el lunes durmió poco y, de madrugada, apareció la gripe. Leer nota
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